Sunday, December 23, 2007

Francia

Es una referencia obligada dentro de la historia europea y más allá también. La bandera de Francia es la bandera de la Revolución Francesa. De hecho, los actuales símbolos nacionales franceses son los símbolos de la Revolución. El escurdo, por ejemplo, sigue inalterable aún hoy, y la bandera tricolor continúa siendo la republicana.

Al principio de la Edad Media, con la caída del Imperio Romano de Occidente con capital en Roma, la Europa Occidental se dividió en reinos que fueron resultado del asentamiento de pueblos llamados "bárbaros", provenientes del norte escandinavo y de la Germania, en el este. En la región denominada Galia por los romanos se estableció el Reino de los Francos, a partir del año 509 A.D. con la victoria del franco Clodoveo a las tropas romanas. Él unificó a las tribus francas y fue el primer monarca del Reino Franco, que duraría por casi 1000 años. Muchas veces las fronteras de los francos se confundieron con las de los germanos, puesto que varios territorios fronterizos -para nada pequeños- correspondían al llamado Sacro Imperio Romano Germánico restaurado por Carlomagno para el año 962. A la muerte del Emperador Carlomagno, la Francia fue dividida en tres reinos gobernados por la casa de los Carolingios. Recién en 987, Hugo Capeto unificó gran parte de lo que hoy podemos llamar Francia y fue coronado rey de la misma, instautrando su propia dinastía.

Con la casa de los Capetos, la subsiguiente casa de Valois, el pabellón de Francia fue identificada con el símbolo de la flor de liz. Para el año 1364, la bandera del reino eran tres flores de liz ubicadas sobre un campo azul fuerte. Estas armas (el campo en azur con tres flores de liz en oro) sería el estandarte real por casi 300 años, hasta el nacimiento del "Rey Sol": Luis XIV.

Con el reinado de Luis XIV, uno de los más largos y poderosos de la historia, se instaló lo que se conoció como la Monarquía Absolutista, concepto que puede resumirse en una frase del propio Luis: "el Estado soy yo". Ello obedece a una total confusión entre la persona y patrimonio del rey con la del Estado. Ergo, la bandera del Estado de Francia era el estandarte del rey, los dominios del rey eran el territorio francés y viceversa, la persona del rey era la personificación misma del Estado, etc. En esos tiempos, por ende, la bandera de Francia pasó a ser el mismísimo pabellón del Rey Luis: sobre un campo blanco adornado con flores de liz doradas, el escudo real.

Del reinado de Luis XIV a la Revolución Francesa hay saltos cuantitativos y cualitativos enormes. En sistema social, régimen de gobierno, política, etc. Esa confusión de poder entre monarca y país fue también uno de los detonantes para que quiebra del feudalismo. Se sumaba el no menor auge de una nueva clase social, la burguesía, que adquiría tanto poder como en su momento comenzaron a concentrar los señores feudales y luego el rey.

La monarquía gobernó Francia hasta 1789 cuando se decapitó al Rey Luis XVI durante la Revolución. Se reemplazó entonces todo el sistema político, entre lo cual también se prohibieron todos los símbolos reales, que fueron reemplazados por los de la Revolución. Así por ejemplo, es escudo francés pasó de ser el blasón real a ser la pirra de estacas con el hacha rodeado de palmas y laureles. Ese sigue siendo el escudo nacional todavía hoy.

La bandera, por su parte, tomó la forma tricolor. Algunos relacionan su significado con las tres consignas revolucionarias: libertad, igualdad, fraternidad. Pero no hay nada que pueda asegurar esta interpretación.

La bendera consta de tres franjas verticales de igual tamaño de color azul y rojo en los extremos, los colores del escudo y la bandera de París, y blanco en la franja central, el color de la monarquía. El diseño se atribuye al Marqués de Lafayette e inicialmente los colores se encontraban en orden inverso, hasta que el 27 de pluvioso del año II (15 de febrero de 1794), durante la Primera República, fue adoptada como bandera nacional con el diseño actual. Esa fue la bandera que enarboló Napoleón durante la expansión de Francia por Europa y también como Emperador (vaya paradoja).

Tras la restauración de la destituída casa de Borbón, la tricolor fue sustituida por la bandera real blanca con la flor de lis. En 1830, Luis Felipe ascendió al trono designando la tricolor como bandera nacional, y así ha sido desde entonces.


Durante la ocupación nazi de la mitad del territorio francés, la "Francia libre", con gobierno en el exilio y capital en Vichy, llevó como bandera durante 4 años la misma tricolor agregándole una cruz roja en el centro, dentro de la franja blanca. Una vez liberada Francia de la ocupación, retomó nuevamente la bandera que hoy todos conocemos.

Saturday, December 22, 2007

Estados Unidos

Si hablamos de banderas originales, una de ellas es indudablemente una de las más conocidas: la de Estados Unidos. Quizás por eso no reparemos mucho en ella. Quizás no nos caiga muy simpática, o encontremos gran admiración en este pabellón (no es mi caso, aviso). Pero la bandera norteamericana abunda en símbolos precisos que vale la pena destacar.

Demás está decir que la bandera de los EEUU de hoy no fue la primera pero ni por asomo. Ese país fue cambiando de estandarte repetidas veces, todos en modelos muy similares.

La bandera de EEUU deriva de la original bandera colonial británica. Durante la colonización de América por parte de las potencias europeas, Gran Bretaña, Francia, Holanda y en algún modo también Suiza comanzaron a tener cada vez mayor emigración hacia Norte América. Posteriormente vendrían las oleadas migratorias de Irlanda o Italia.

Así fue como la América del Norte pronto comenzaría a ser arrebatada de sus pueblos originarios para ser materiade disputa entre las principales potencia coloniales europeas: Gran Bretaña, Francia y España, que ya había hecho pie en la región tiempo atrás desde el Virreinato de Nueva España (lo que es hoy México).

El oeste norteamericano (la California) estaba bajo dominio español, al igual que la península de la Florida, el terrotirio de Texas y Arizona, y la ista de Terranova, en el Atlántico canadiense. De allí que se pueda entender la cantidad de ciudades con nombres latinos y sobre todo católicos (Los Ángeles, San Francisco, San Diego, Sacramento, Siracusa, Los Cayos, Orlando, etc).

El centro del territorio estaba bajo dominio de la Francia napoleónica, que había explorado desde el río Mississippi tierra adentro. Era el territorio conocido como la Louisiana (nombre derivado del rey Luis o Loui en francés) y que era mucho más que el estado que hoy se conoce con ese nombre. Abarcaba todo el centro del continente desde California hasta los "territorios indios" (lo que hoy sería Tennessee, Kentucky, etc). Está demás decir que la principal colonia de semejante territorio se hallaba a orillas de la desembocadura del Mississippi en el Golfo de México: la bella Nueva Orleans.

Hacia el este, se encontraban las famosas 13 colonias británicas. Cada colonia había surgido por separado a raíz de las constantes persecusiones religiosas en Inglaterra y parte del resto de Europa entre católicos y protestantes. De allí que la mayoría de los migrantes proviniesen de Inglaterra (donde se daba una guerra civil entre la casa de los Tudor -mayormente protestantes anglicanos- y los Estuardo -escoceses católicos-), de Holanda (calvinistas) o de Suiza (hussianos). También algunos pocos alemanes (luteranos). De hecho, la primera llegada de colonos a lo que hoy es Nueva York fue de suizos, no de ingleses.

Pronto los británicos fueron amplísima mayoría en esos territorios y procuraron establecer colonias semi-autónomas de la corona, pero tributando a ella por su seguridad y protección (pago de impuestos) así como para ser beneficiados con facilidades en el tráfico comercial. Para identificar a esas 13 colonias bajo dominio británico la corona las embanderó en un pabellón colonial clásico del reino: la bandera con las cruces británicas hacia la izquierda superior, dejando el resto de la insignia para identificar a la colonia en sí, en este caso 13 franjas rojas y blancas que simbolizaban las 13 colonias pertenecientes a la corona. Ese fue el pabellón de la Compañía Británica de las Indias del Este, ya en uso para 1707.

Dicha bandera puede haber sido fácilmente omada de la bandera de la marina británica: roja con el pabellón real a la izquierda superior, generalmente usada para las colonias.

Para entonces eran comunes los enfrentamientos con los franceses en aquellas zonas. Sobre todos los provenientes del norte del río San Lorenzo, de la región de Québec (hoy parte francófona del Canadá). Las guerras entre Inglaterra y Francia tenían eco en América por la puja en el dominio de las colonias, la navegabilidad de los ríos San Lorenzo y Mississippi, y el territorio del Hudson y el Oregón (ambos hoy en Canadá) bajo dominio británico. De esas guerras anglo-francesas en América provendrían los cuadros militares para la independencia de las colonias.

En 1776 se produce el sisma independentista conducido por Thomas Jefferson, Benhamin Franklin y George Washington. Las 13 colonias declararon su independencia y a partir de entonces se sucedió una guerra contra Londres que duraría varios años. La leyeda cuenta que en 1777 una dama patriota, Betsy Ross, diseñó un nuevo estandarte para identificar a las tropas de las colonias independentistas en las batallas. Tomó la vieja bandera abastonada (que identificaba a las 13 colonias y que por ende estaba bien arraigada en el sentimiento de los colonos) y reemplazó el cuadro de la bandera real por un campo azul con 13 estrellas formadas en círculo, sibolizando la igualdad entre las 13 colonias. Esa fue la primera bandera de los EEUU.

En 1795 el nuevo país llamado los Estados Unidos de América, independizados ya del Reino de Gran Bretaña, sumaron dos estados más a su liga: los estados de Kentucky y Vermont. Esa incorporación rompía la formación original de los 13 estados, por lo que la bandera de las estrellas circulares de la guerra de independencia podía pasar a estar "desactualizada" o volverse meramente simbólica. Se tomó la decisión por la primera y se pasó a "actualizar" la bandera incorporando dos estrellas más al campo azul, sin alterar el número de bastones. De este modo se obtuvo un criterio que ahunaba lo simbólico y lo nuevo: los bastones significaban las 13 colonias originales, mientras que las estrellas significaban los estados pertenecientes a la unión.

De este modo, cada vez que se sumaba un estado, se agregaba una estrella. Por ende la bandera fue modificada unas 26 veces. La última incorporación fue en 1960: la estrella número 50 con la entrada del estado de Hawaii, resultando la bandera de exacto diseño que hoy todos conocemos.

Para 1860 un conflicto interno entre las colonias del este dividió al país en dos. La Guerra Civil Estadounidense (1861-1865) fue algo más que la división entre estados esclavistas y no esclavistas, fue también una discusión política, jurídica, económica y por ende de poder. Jurídicamente se discutía si el país era el resultado de una unió de estados o de una confederación de estados. La diferencia era importante, pues la confederación permite el derecho de sesesión, esto es, de separación de los estados de la liga. La unió, por el contrario, no permitía esa disgregación y sostenía que los poderes eran mantenidos no en cada estado miembro (lo cual no condecía mucho el espíritu de las 13 colonias autónomas) sino en un Estado central en cabeza del Presidente de la Nación (por entondes Abaham Lincoln). La puja también era económica entre dos modelos: uno agrícola en el sur, de fuerte explotación de mano intensiva de productos primarios (sobre todo algodón) y hacendados muy ricos; contra un modelo del norte, industrial manufacturero en crecimiento, que demandaba gran parte de la mano de obra retenida en las plantacioens del sur. La discusión de la "libertad" de los esclavos tenía como trasfondo esta disputa por la mano de obra (pobre, no calificada y por ende barata) entre las industrias del norte y las plantaciones del sur.

Los estados sesesionistas se apoyaron en el hecho de entender que los EEUU eran una confederación de estados autónomos, y declararon su separación de la unión. Para ello fijaron todo en cuanto a política soberana puede hacerse: moneda propia, capital propia y por supuesto bandera propia.

La primera, de 1861, tomó el mismo diseño que la bandera de la unión: esto es 3 bastones, un campo cuadrado azul en el extremo izquierdo superior y 7 estrellas formadas en círculo. Con ello pretendía retomar el espíritu original de las colonias fundadoras pero con las 7 que se habían sesesionado.

Pero pronto comprobaron que en las batallas era de fácil confusión con las del enemigo, por ende diseñaron una mucho más original y deiversa: sobre un campo blanco un cuadro al extremo izquierdo superior (esto derivado del origen británico de las colonias). Ese cuadro estaría adornado con un fondo rojo y una cruz en "X" azul con bordes blancos y 13 estrellas distribuídas. Esa "X" proviene de las banderas coloniales españolas, cuyo orígen se remonta a la bandera carlista (blanca con una cruz en "X" de forma recortada) y que incluso hoy perdura en algunos estados norteamericanos del sur (Florida, Alabama).

Finalmente la bandera cnfederada tomó la forma más conocida: directamente la cruz ocupó todo el campo blanco y llenó la bandera.

Friday, August 17, 2007

"La feliz" con presencias infelices...

Mar del Plata (Argentina)
III Cumbre de los Pueblos

¿Cuántas veces habré ido a Mar del Plata? No lo sé. Desde chico, los veraneos de muy pequeño eran en "la felíz". Y muy pronto me dejó de gustar: la cantidad de gente, el colectivo para ir a la playa, el pisarse uno sobre otro en la arena, las colas, el malhumor... Entonces la opción fue San Clemente del Tuyú, y allí pasé los veranos de mi primera parte de la adolescencia.

Pero este fue un contexto totalmente distinto. El motivo era ajeno: desde la OEA se había convocado a la IV Cumbre de las Américas en la ciudad de Mar del Plata para fines de noviembre de 2005. Pero pronto el motivo se convertiría en algo propio: allí haríamos la III Cumbre de los Pueblos, como la que se hizo en Santiago de Chile en 1998, o como la que se hizo en Quebec en 2001, para contrarrestar el avance de las negociaciones del ALCA (Área de Libre Comercio para las Américas). En esa ciudad nos daríamos cita los presidentes de los 34 países negociadores del ALCA (todos excepto Cuba) y también llegaríamos moviemientos sociales de todas partes del continente y un poquito más allá también. Y como frutilla del postre: la presencia de George W. Bush, presidente de EEUU.

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Friday, April 20, 2007

En la ciudad de las luces

Paris - Annecy - Annemasse (Francia)

El motivo era bastante particular, pero a mitad del año 2003 tuve la oportunidad de pisar por primera vez otro continente: Europa. El viaje, además, resultaba prometedor: Francia. La estadía estaba asegurada por un intercambio, por lo que los costos de hospedaje se abarataban bastante
. Y debía quedarme en dos casas, una semana en las afueras de la "Ciudad de las Luces" (París) y otra semana en el departamento de un cordial muchacho que se ofreció alojarme con muchísima confianza (directamente me dejó las llaves de su departamento de un ambiente y medio y se mudó a vivir con su novia de Martinica por la semana que yo estaría hospedado en su casa). Por ende, la "base de operaciones" estaría emplazada en París, aunque mi plan era estar dando vueltas por todos lados, como era de suponerse.

Todo lo que dicen de París es cierto: es una hermosa ciudad, y es muy parecida a Buenos Aires en muchos aspectos. Sobre todo en algo muy particular: los techos. Los techos de los viejos edificios de principios de siglo XX son iguales que los de los viejos edificios porteños. Era cierto eso de que los de la elite porteña habían sido los primeros "afrancesados"... Pero Buenos Aires carece, obviamente, de los grandes monumentos como Inválidos (la tumba de Napoleón) y los grandes jardines (como los bellísimos Jardines de Luxemburgo o el Campo de Marte). Pero ese es el precio que hay que pagar por no ser la capital de uno de los imperios más colonizantes del mundo. De hecho, me sentía en el centro de la Tierra. Era pararse en casi cualquier esquina de París para escuchar hablar 3 o 4 idiomas diferentes de la gente que cruzaba al pasar.

Dos hechos más compartieron esta conclusión. El primero fue mi visita al Museo de Louvre... De más está recomendar no solamente su paso por el museo, sino estar ahí varias, muchas horas, una tarde, y por qué no un día completo (porque es posible hacerlo dada la cantidad de salas que posee). Yo pasé medio día en el Louvre y debo decir que los primeros 40min que estuve allí los pasé con mi boca abierta del asombro. Pero me estoy adelantando. Primero debía enfrentar el primer reto: pagar la entrada al museo (cara). Para poder costearla utilicé la extensión de mi tarjeta de crédito, pero a sabiendas de que no podía estar allí y perderme de los tesoros guardados en uno de los museos más grandes y bellos del mundo.

El Louvre, como sabrán fue construido por partes y en diferentes épocas. Ello se nota parcialmente en su arquitectura, pero sobre todo en el diseño del edificio, pues posee como una forma de "U", cuyas alas laterales se fueron ampliando a medida que el Imperio Napoleónico iba trayendo tesoros de otros pueblos. Así es como podemos encontrar medio Egipto dentro del museo, por ejemplo. En el Louvre pueden apreciarse objetos tales como la "Piedra Rosetta" descubierta en 1799 (de granito negro, con una inscripción bilingüe -griego y egipcio- de un decreto de Ptolomeo V, en tres formas de escritura: jeroglífica, demótica y griego, de algo más de un metro de largo, y 548 kilos de peso, y gracias a la cual se pudo descifrar el contenido de los geroglíficos egipcios) o el "Código de Hammurabi" del año 1692 aC (se trata de un bloque de piedra de más de dos metros de alto, escrito con letras cuneiformes de la civilización babilónica, y resulta ser la primera recopilación conocida de leyes conocida). Juro que me quedé una tarde y media completa ahí dentro, y podría haberme quedado más tiempo. Durante las primeras dos horas seguidas, estuve con la boca abierta... sin poder creer lo que estaba viendo. La entrada no fue barata, pero vale cada euro que se paga para visitarlo. Luego me pasaban cosas extrañísimas, como ir por los jardines del Louvre como lugar de paso entre la casa donde yo estaba parando y los demás lugares de París que yo quería visitar. En fin, anécdotas que cuando uno se detiene le parecen increíbles... El Louvre como lugar de paso...!

La sala de pinturas es algo que no tiene fin. Casi lo mismo sucede con la de esculturas. En esta última encontré a "Amor y Psique" (una verdadera belleza), la "Venus de Milo" (asómbrense: no había NADIE mirándola! pasaba totalmente desapercibida para los visitantes del museo...!!) y la "Victoria de Samotrácia" en el descanso principal de la escalera más importante del museo (me sorprendió ver que es una escultura bastante más grande de lo que yo pensaba). Y entre las cientos de pinturas que ví estuvieron "La Revolución guiando al Pueblo" de Delacroix, y "La coronación de Nepoleón" como piezas más soberbias e imponentes. También encontré a un eterno amor: "La gran odalisca" de Ingres. También me reencontré con pinturas que conocía desde chico, como "Juana de Arco en la coronación de Carlos VII", también de Ingres, o "El rapto de Helena" (de la que me impresionó lo vivo de sus colores!), o "Saturno devorando a sus hijos", o esculturas como "Diana cazadora" cuya imagen mi abuelo (aficionado cazador) tenía en un platón de bronce en su casa.

De camino a la salida del museo, estuve en la Plaza de la Concordia y de allí su salida a los Champes Elysees (aunque la porteñísima Av. 9 de Julio me pareció más ancha). Todas las tiendas y todos los afiches con las últimas películas y obras de teatro (por ese momento estaban estrenando en los cines "Dogville" con Nicolle Kidman y "La secretaria" con James Spader (ambas recomendables). También pasé por el clasico Molin Rouge, auque estaba cerrado. ¡Es muy pequeño! Lo imaginaba mucho más grande... como el Teatro de la Brasilla (en donde estaba la vieja cárcel tomada durante la Revolución), que sí es inmenso.

Aquí vale aclarar que el metro de París me resultó conocido como la palma de mi mano. La red está muy bien distribuida y es altamente confiable como medio de transporte, por lo práctico y lo económico (en término parisino, claro está). De todas formas, no quita que uno pueda salvarse de pagar el ticket del viaje, por los reclamos gremiales del sindicato de los trabajadores del metro. Esta ha sido una modalidad también utilizada (aunque con mucha menos frecuencia) en los subterráneos de Buenos Aires: los trabajadores levantan los molinetes o abren las puertas de entrada sin pagar como medida de fuerza. No especuleen de que esto ocurrirá, simplemente sepan que puede pasarles, asi no les resulta extraño.

Hablando de los reclamos gremiales, debo contarles una anécdota que modificó mis planes estando en Francia. Y esto es para todos aquellos que se desembuchan diciendo que las cosas que ocurren en Argentina pasan "solamente en este país". Estando en París tuve que verme afectado por un paro total de transportes de corta y media distancia que hubo en toda Francia. Y eso implicó vuelos, buses, trenes... durante una semana!! Eso es para que sepan lo que es un verdadero PARO. Mi idea era viajar de Paris a Saboya y de allí al País Vasco y terminar en Madrid al menos para pasar una semana en España. Obviamente no pude hacerlo y mi visita a España terminó siendo un viaje relámpago de un día y medio (ver posteo aparte). Igualmente sería muy snob de mi parte "quejarme" por haber "perdido el tiempo durante una semana en Paris"... Obviamente seguí disfrutando de esa hermosa ciudad, que tiene tantos parecidos con Buenos Aires (porque los tiene).

En fin, no mucho más. Unos de los gustitos que pude darme fue comer una baguette (de cerca de unos 3 euros, es decir 10 pesos!! el pedazo de pan con salchicha más caro de mi vida!!) caminando a orillas del Senna durante un mediodía tardío. Placeres de la vida... O también la anécdota de poder ver tanta gente reunida mirando el horizonte en el Jardín de las Toullerías en forma despreocupada... Claro! Ellos tienen sus acciones puestas en países del Tercer Mundo como los nuestros para poder contemplar el horizonte despreocupadamente, mientras aca se labura...!! En fin... contradicciones de este mundo...

Wednesday, April 18, 2007

Viaje relámpago

Madrid (España)

Es diario encontrarse con la expresión "estas cosas solamente pasan en este País" o "que argentina es la Argentina", como si la culpa de muchas de las desventuras que nos suceden fueron "por culpa del País". Bueno, lamento decepcionarlos. La famosa frase acuñada por una publicidad de ginebra que decía que "en Europa no s
e consigue" no puede ser aplicada a piquetes, cortes de calles, manifestaciones o huelgas de trabajadores. Sí, hablo de hoy: en pleno siglo XXI.

Esto que cuento me ocurrió estando en medio de mi viaje a Francia, por cuanto podría figurar dentro de ese mismo posteo, pero decidí no hacerlo de esa forma. Yo me encontraba en París y diseñé un plan magistral para "escaparme" y pasar una semana en España. Ese plan incluía la visita al País Vasco, la tierra de mis ancestros y un viejo sueño pendiente desde que tengo uso de razón. Yo me dirigiría de París a Annecy (en la Saboya francesa) y allí estaría unos días. Tenía dos opciones: o regresar a París con el contingente con el que había viajado a Annecy
, o tomar un tren que me llevara directamente desde Annecy hasta Barcelona o Madrid. El primero de dichos destinos se esfumó con suma rapidéz: no hay trenes desde Annecy a Barcelona; la vía era hasta Madrid. Y allí ocurrió el "detalle" que vengo a contar.

Una tremenda huelga de transporte de cabotaje cerró a toda Francia durante una semana. La medida de fuerza de los trabajadores se basaba en pedidos por mejoras salariale
s, pero más que nada en una lucha que estaba muy candente en ese momento: evitar que la edad jubilatoria se elevara a los 65 años de edad para los hombres y 60 años de edad para las mujeres (topes etarios con los que contamos en Argentina desde hace mucho). Y la medida se sintió muy fuertemente. No hubo ni vuelos que partieran o llegaran a cualquier lugar de Francia desde el resto de Europa, tampoco buses, ni siquiera -y he aquí la cuestión- trenes. El famoso euralpass con el cual uno puede recorrer casi toda Europa en un viaje de tren, se había convertido en esa semana en menos que un simple souvenir... Por ende, o tenía uqe hacer el camino "a dedo" y luego cruzar a pie los Pirineos, o regresar a París con el resto.

Obviamente no puedo tomar como un castigo el haberme quedado varado una semana en París... Eso sería un despropósito, además que las razones de la huelga eran más q
ue justificadas. Pero la medida de fuerza sí me impidió conocer Euskalherría... Y fue una pena que sentí en grande. Vuelto a París, me recorrí todo lo que no había podido, asi que puedo decir satisfecho que conozco todo el circuito parisino como la palma de mi mano. Incluso me saqué el gusto de un premio consuelo: en una mañana de plena lluvia otoñal, visité la tumba de Jim Morrison en el cementerio de Perré Lachaise.

Pero estoy desviándome del motivo del posteo. El hecho fue que las grandes huelgas de transporte ocurren y muy fuerte en Europa. Una única esperanza asomó al final de aquella semana: un viaje relámpago a Madrid, por tren, y una estadía que durase un día y medio en la capital española. Y así fue: conocí Madrid por un día y medio. Ello me fue suficiente para visitar el Museo del Prado, por supuesto.

Quedé completamente deslumbrado por las pinturas de Goya. Cualquie cosa que yo pueda escribir aquí queda sin sentido, totalmente insuficiente para lograr transmitir por completo lo que es contemplar esas pinturas. De hecho, el museo posee un ala completa dedicada no solamente al pintor, sino a períodos de su obra. Una de las salas está dedicada a las "pinturas negras". Altísimamente recomendable.

Aquí posteo algunas de las pinturas que más me impactaron y sus razones: "Fernando VII" y "Fernando VII con manto real". Los retratos de la familia real son todos excelentes, sobre todo los del Rey "Padre" y los de la familia en conjunto, pero también los de Fernando. En especial por lo siguiente: si uno ve las pinturas desde lejos, lo ve a Fernando, ve un retrato y lo ve "parecido" -aunque jamás podremos conocer al Fernando original. De hecho, todos los retratos "oficiales" de Fernando VII son de Goya-, pero si uno se acerca a las pinturas ve la verdad: la VELOCIDAD con la que Goya pintaba...!! Las medallas estrelladas del rey estan hechas con puntazos de pinceladas!! como si estuvieran hechasa los apurones!! Y de lejos uno ve la estrella perfectamente! El manto real de Fernando posee un borde increíblemente pintado... solamente visible si se ve desde cerca.

Otras pinturas son también de las más conocidas: "Los fusilamientos del 3 de mayo de 1808", por ejemplo. Es una de las más conocidas. Dan verdadero pavor las expresiones de los rostros... lo negro de la pintura, lo oscura. Pero lo que más me sorprendió de esa obra fue cómo resalta el
blanco: la camisa de la primera figura (el primer hombre, de brazos extendidos, con rostro de terror, a punto de ser fusilado) y los detalles como las tiras en los rifles del pelotón de fusilamiento (blancas). Teóricamente se van pintando los colores claros primero, porque con el pincel uno va tiñendo los colores con el que usó después. De modo que si decido usar el blanco al final, siemrpe tendré el pincel sucio y por ende lo único que conseguiré son tonos muy claros de gris, pero nunca el blanco. Del mismo modo si uno cambia el pincel (que es lo que se habitúa hacer para que no ocurra lo anterior), el blanco se irá mezclando con lo que ya pinté, más aún si son tonos oscuros los que ya tengo. Bueno, esto no pasa en "Los fusilamientos...", los tonos de blanco son brillantes, gruesos, bien definidos, bien cargados (muy, muy impresionista) y siguen siendo blanquísimos.

Otra pintura: "El coloso" (una de las "pinturas negras" de Goya). Lo que llama la atención es la extraña posición del gigante: de perfil, pero de espaldas. Lo que evidentemente me impresionó fue el posible significado, mas que la pintura en sí. ¿De qué huye el pueblo? ¿Del gigante? El posee los ojos cerrados... parece no darle importancia a ese gentío que corre a una velocidad casi automovilística. La bruma que rodea la figura... Esta pintura no esta tan cargada quizás como las otras, pero es extraña...


Y la última, un clásico: "La maja desnuda". Caigo en un lugar muy común, lo sé. Es la obra más conocida de Goya (y poy eso no la posteo, por considerarlo innecesario). Y no obstante de conocerla hasta el hartazgo, es excelente. Y si me dan a elegir, prefiero la desnuda. La vestida es un poquitin más pequeña... Creanme.

Por supuesto que estuve en Plaza Mayor, me saqué una foto debajo del magrullo y recorrí las calles de Madrid: la Gran Vía, pasando por El Corte Inglés, Ventas... Estuvimos paseando con mi amiga Anita y su preciosa hija: Azul. Y me traje el mejor gusto que podría haberme traído: conseguí la camiseta de la selección vasca de fútbol! Un hallazgo que solamente pude encontrar gracias alaguante de mi amiga... ¡Gracias Anita!!

Luego otra gran amiga mía completaría el cupo de souvenires de allá: ella especialmente se ocupó, en un posterior viaje suyo, a traerme una enorme bandera republicana... Que puedo decir de ese gesto de Laura. ¡Ella es un sol!

Ahora que lo veo, eso es lo que me traje de España: la rectificación de que tengo dos grandes amigas en Anita y en Lau.

Thursday, March 1, 2007

El viaje más largo...

Hong Kong (China)

Imaginen el viaje más largo que uno pueda hacer alrededor del globo. Imaginen el hecho que significa que uno llegue allá y no sepa no qué hora es (algo común cuando uno se va de viaje más o menos largo) sino qué día es...!! Si existen lugares que literalmente se hallan ubicados a la vuelta de la Tierra, creo que no hay uno más lejos (a excepción de Japón tal vez). Pues bien, a ese lugar tuve la oportunidad de ir: a Hong Kong.

Hong Kong fue furante un siglo (o más) colonia británica. Y lo fue hasta hace bastante poco. Con la llegada del nuevo milenio, Hong Kong pasó a manos de la República Popular de China; pero su inclusión fue muy particular: si bien forma parte del territorio chino, su administración y y su sistema económico permanecen diferenciados de la China comunista. Allí se habla de "un país, dos sistemas": por un lado, la China continental con su sistema comunista y por el otro algunos territorios exceptuados, como ser la isla de Taiwán y los territorios ubicados en lo que es Hong Kong con un sistema capitalista.

Hong Kong geográficamente es una isla. Allí se encuentra el centro del Hong Kong político, que en total ocupa dos islas, una península y parte continental. El Hong Kong político (es decir la administración de Hong Kong) en total es: la isla de Hong Kong, la isla de Lantau, la península de Kowloon y una parte continental llamada "Nuevos Territorios" (New Territories) que fueron incorporados a lo que era la administración británica en un tratado posterior al establecimiento de HK como colonia de la corona (en la primera foto tienen un mapa de lo que incluye Hong Kong). Más allá de los Nuevos Territorios se halla una línea (bastante relativa hoy en día) que separa a un sistema del otro, dentro de la misma China.

En temas burocráticos de viajes, y si por algunas de esas casualidades les toca ir, quien viaje con pasaporte argentino no necesita visa para ir a HK, pero sí para ir a la China continental. La visa sale cerca de los $90 (en pesos argentinos, y unos 30 dólares estadounidenses) y se saca en la embajada de China en Buenos Aires. Allí les van a decir que el pasaporte les deja ir solamente a la isla de HK, y que necesitan visa para cruzar a la ciudad de entrente del centro, que es la ciudad de Kowloon. Es mentira. Se puede pasear libremente con el pasaporte argentino por todo el territorio administrativo de HK, incluyendo ambas islas, la península de Kowloon (y su ciudad, por supuesto) y los Nuevos Territorios también.

En la segunda foto satelital podrán ver la ciudad de HK, que está en el margen norte de la costa de la isla omónima, y la ciudad de Kowloon en frente. Muy poca gente o casi nadie vive en el centro (es decir en la ciudad de HK), donde se encuentran los grandes edificios de las corporaciones multinacionales y los bancos (el Bank of China y el HSBC tienen flooores de edificios). Todo el mundo vive en Kowloon, que sería como el barrio contiguo y que a decir verdad de "ciudad super moderna" no tiene nada. Yo la comparo como una gran "Once" (barrio de la ciudad de Buenos Aires, con muchos comercios callejeros y de pocos recursos). Los edificios son grises y viejos (como se ven en la foto). Evidentemente, allí no está el "mundo super moderno" que se ve en las películas de James Bond y que le venden a uno en los folletos de viajes...

Eso no quiere decir que no haya grandes construcciones. Las hay. Pero no es el paraíso que se pinta. Una de las vistas más hermosas puede verse desde Victoria´s Peak (la mitad de los nombres hacen referencias a la Reina Vistoria o a cosas de la época de la colonia), la colina más alta detrás del centro de HK. Y la verdad que la vista es bellísima, sobre todo de noche. Puede subirse allí mediante una especie de tren/ferry que es uno de los más empinados del mundo (en la foto pongo la vista de noche, aunque no se ve muy bien...).

Una de las cosas que más me llamó la atención, por ejemplo, fue el tema del dinero. En HK hay una moneda única, pero no un billete único. ¿Qué quiero decir? Cuando uno habla de un Peso, un Real, un Dólar, un Euro, siempre se está refiriendo a una serie de billetes iguales emitidos por un mismo banco, generalmente el banco central del país en donde uno esté. En HK no. La emisión de billetes corre por cuenta de los bancos privados, ya que no hay una banca pública. Por ende tenemos un billete de 20 dólares honkoneses emitido por el HSBC y otro completamente diferente, pero por el mismo valor, emitido por el Bank of China. Una locura ya que difieren en color y hasta en tamaño. Toda una complicación para los turistas!

El viaje en sí es larguísimo: dura un día y medio completo en el avión! Como no hay vuelos directos tan largos, la trayectoria mía fue: Buenos Aires - Sao Paulo - Johannesburgo - Hong Kong, para la ida y para la vuelta... Y créanme que uno llega agotado...

Paralelamente a los edificios de acero de los bancos del centro, en la Isla de Lantau se encuentra la estatua gigante del Buda (ver foto) que se encuentra frente a un convento religioso chino, el único al parece con doble techo en toda China (ver foto). Recomiendo hacer esa visita al Buda. Es verdaderamente imponente y el lugar está rodeado de paz.

Sin embargo no todo está bien en "la ciudad super moderna" de HK. Hay movilizaciones sociales que son muy numerosas y que tienen que ver con pedidos de democracia. El detalle que no mencioné hasta ahora es que los ciudadanos de HK no votan a sus representantes... Al parecer los "progresos económicos" garantizados por el sistema han tenido su alto precio en cuanto a representatividad y derechos políticos de los ciudadanos. El gobierno de HK es un gobierno elegido por los legisladores y no directamente por el pueblo, y que debe tener la venia a favor del gobierno central de Beijing, ya que, aunque es una administración aparte, no se sitúa por encima del gobierno central chino. La situación es algo confusa hasta para los propios chinos. Ellos se sienten parte de China, son chinos, pero no son "los chinos del continente". Son otra cosa. Esto es extraño en lo que significa una identificación cultural, pero matices de conservación de estilos de vida anteriores. No hubo revolución en Hong Kong, la hubo en el resto de China. Por ende, la situación política y los reclamos sociales en HK son diferentes y más "occidentales", si se quiere. Más allá de ello, la policía no tiene experiencia en disturbios y ante cualquier movilización numerosa acostumbra reprimir sin gradualidad. Un dato: aunque HK sea China, las líneas medias policiales son ingleses... Salvo el jefe máximo de la policía (que es oriental) el resto -es decir todos los oficiales- son occidentales (británicos). Por ende, no es raro entender que los hongkoneses se siguen sintiendo "vigilados" por la corona...

Qué más... El culto religioso es a los ancestros, y se suelen ver pequeños alteres en las calles. Es una ciudad limpia, aunque no por las noches. Uno de los peores recuerdos que me llevo de HK es el nauseabundo olor que emerge de las cloacas y que ocupa zonas enteras en los barrios de la ciudad. Es un olor penetrante, semejante a los desechos de la comida local. Eso me lleva a recordar la comida... Obviamente mucho arroz y té (sirven té caliente de cortesía al entrar a casi cualquier restaurante). La falta de carne vacuna se hace notar, sobre todo para un argentino... La alternativa (para nada comparable) es la carne de cerdo, la cual intentan meterla en todo lo que pueden. Incluso hay "caldo de cerdo" (poco recomendable). Son comunes las pastas (aunque algo caras), los brotes de soja y demás comida que podemos frecuentar en cualquier restaurante chino de nuestra ciudad. La gente es bastante cordial en el trato personal, aunque es MUCHA. La velocidad de los transeuntes es tal que es común que a uno lo topen en la calle. Inmediatamente ellos se arrepienten y piden disculpas, pero no poseen ciudado en llevarlo a uno por delante. Las horas pico son despiadadamente asinadoras, a tal punto que el centro de HK se conviernte en peatonal (y no estoy hablando de un par de calles, sino de todo el centro) para que puedan circular los millones que salen de sus trabajos. La vida social es muy poca. La diversión allá es salir de los trabajos para ir de shopping, cenar pronto (tipo 20hs) y acostarse temprano (tipo 22hs). Las únicas salidas que suelen hacer son a los karaoké (sí, son bastante aburridos...).

Datos importantes: no hay locutorios. Hay pocos lugares con internet y las cabinas telefónicas están en la calle. Si bien la conexión es relativamente barata, la diferencia de cambio por supuesto no nos favorece (anda en algo así como 1 dólar HK = 7 $ argentinos).

Más allá de todo, fue una experiencia única. Super interesante para ver una cultura totalmente diferente y a la vez similar en esta burbuja global...